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El olvidado Hampson La pasada Semana Santa me encontraba por casualidad con el libro de Hampson y Morris, The road of courage, una historia de Jesús que se publicó en la revista británica Eagle, en 1961. Naturalmente, se trataba de un tomo recopilatorio en inglés ya que, si no me equivoco, la obra de Hampson apenas ha sido traducida al español. Me he tomado ese encuentro como una señal, debido a que hace años que su trabajo atrae mi atención. Me pregunto cuándo algún editor se atreverá a publicar las aventuras de Dan Dare, su personaje más conocido, aunque reconozco que la empresa no carece de peligros. Lo primero que se aprecia, al comparar las diferentes reediciones de esa serie, es que, si no se hace bien, los resultados son desastrosos. Es lo que pasa en la versión de Titan Books, frente a la de Hawk Books, con un formato más grande y un color maravilloso. Curiosamente, por otra de esas extrañas casualidades, comprobamos que los libros de Hawk se imprimieron en España. Tan cerca y, sin embargo, tan lejos. No se puede hablar de Frank Hampson sin contar la historia de Eagle, la mítica revista inglesa. Fue creada por el Reverendo Marcus Morris, por entonces vicario de la iglesia de St James, en Southport, Lancashire, como un antídoto frente a lo que consideraba negativa influencia de los comics americanos durante la posguerra. Era un producto de alta calidad, que implicaba el trabajo de diferentes grupos de artistas como Frank Hampson y Frank Bellamy y diseñado por Ruari McLean, conocido por todos los interesados en Diseño Gráfico, por sus contribuciones en el campo de la tipografía. El Eagle se convirtió en la revista más popular de la historia del comic inglés, llegando a vender más de 2 millones de ejemplares a la semana. La primera etapa de la revista va del 14 de abril de 1950 al 26 de abril de 1969. Publicada originalmente por Hulton Press, pasó en 1960 a pertenecer a Odhams que, al año siguiente, fue absorbido por el Daily Mirror Group (ahora IPC), que se hizo cargo del Eagle hasta 1969. La revista incluía interesantes ilustraciones con despieces y transparencias de diversas máquinas, textos literarios, pequeños artículos, etc. La última página se empleaba habitualmente para contar la biografía de algún personaje histórico, como Winston Churchill, el rey David, el General Gordon o Lord Montgomery, todas ellas dibujadas por Frank Bellamy. Y The Road of Courage (la vida de Jesus), dibujada por Frank Hampson y escrita por el fundador de la revista, Marcus Morris. Supone una suerte de canto del cisne para Hampson, que ya llevaba para entonces varios años muy problemáticos, con intento de suicidio incluido. Se jubiló algo después, con poco más de cuarenta años. En esta obra religiosa podemos apreciar muchas de las características de su estilo, como los peculiares acabados fotográficos, o la mezcla de sombras con alto contraste y colores extremadamente brillantes. Si a ello unimos los acabados decorativos de sus tramados de línea y los constantes juegos con las formas de las viñetas, el resultado es una historieta de aspecto diferenciado y muy atractivo, que denota el cuidado extremo con el que fue creada. De hecho, parte de los problemas del autor tuvieron que ver con la calidad de su trabajo. Con el cambio de editor, el estudio que Hampson mantenía y que era la clave para publicar Dan Dare todas las semanas con unos acabados increíbles, resultó demasiado oneroso y decidieron prescindir de él. Si a ello unimos que nunca cobró nada por el abultado merchandising que se realizó a partir de la exitosa serie, ya podemos empezar a entender su frustración. El personaje pasó a manos de Frank Bellamy, que estuvo algunos años con él. Hampson regresó después al Eagle, pero no volvió a dibujar al héroe que le había hecho famoso. Dan Dare es una serie de ciencia ficción realizada con un especial cariño, en la que todos los detalles parecen cuidados al máximo para ofrecer al lector un apasionante espectáculo. Muchos de sus protagonistas se modelaron a partir de personas reales, como el padre del autor, que fue la base para Sir Hubert. Además de sus acabados fotográficos, llama nuestra atención el realismo con el que se dibujan máquinas y paisajes inexistentes y el increíble carisma del malo oficial de la función, el Mekón, un característico enano verde y cabezón. Dan Dare es una gran aventura, entretenida y fascinante y que atrapó la imaginación de toda una generación de fans, entre quienes se cuentan creadores tan conocidos como Claremont o Gibbons. Frank Hampson murió en el
Epsom College Hospital en 1985.
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