La crisis carnívora
Ribero-Moreno-Orbe-Aramburu
Norma Editorial. Barcelona, 2005
|
CRISIS CEREBRAL
Este es un experimento peculiar, ya que el álbum
desarrolla el mundo de la película aún no estrenada del
mismo título. Para los frikis, comentar que en los créditos
aparecen los responsables de la serie El Cálico Electrónico,
muy popular entre los ciberchiflados. En no pocas ocasiones el mundo de
la animación se ha encontrado con el del comic, empezando por McCay,
prácticamente el padre de ambos medios, y terminando con Tintín
o Asterix, que antes de saltar a la imagen real ya habían
conocido numerosas adaptaciones a los dibujos animados. Pero esto es menos
habitual. Que alguien se plantee una película y antes de su estreno
la convierta en serie de tebeos todavía es novedoso, aunque entra
en la lógica de la explotación comercial sobre la mayor
cantidad de soportes posibles.
Ahora bien, no sé qué van a vender, si todo resulta como
lo que ya hemos podido leer. Yendo a las páginas oficiales del
film leemos resúmenes del argumento, que apenas nos recuerdan lo
que aparece en el álbum. Se habla de alusiones a Rebelión
en la granja, pero yo no las encuentro. De hecho, es muy poco lo que parece
tener sentido en esta historia. En una primera lectura pensaba que era
culpa del color, que se oscurece hasta la ceguera en las escenas nocturnas.
En la segunda, atribuía mi confusión a una deficiente caracterización
de los personajes, así que me fijé más en los nombres.
Finalmente, he llegado a la conclusión de que el guión está
lleno de huecos, es pretencioso y confuso, tremendamente violento y a
la vez con un paradójico e incomprensible tufillo pacifista, y
resulta a la postre un galimatías sin interés.
Se nos van presentando personajes que no nos interesan ni identificamos,
pasan cosas, pero todo es grave, atropellado e ininteligible. De nuevo,
alguien se ha pasado de listo. Y, además, lo ha convertido en otra
película sin duda prescindible, a menos que el guión se
aleje mucho de lo que se nos cuenta en este volumen.
Estas semanas uno de mis héroes locales, Juan Montes de
Oca, celebra el cumpleaños del Maisca, ese master de animación
que prácticamente debería llevar ya su nombre. Con su trabajo
y el de otros tantos animadores españoles queda demostrado que
nuestro problema en determinados medios no es tanto de realización
como de contenidos. Contamos historias que no interesan a nadie, nos pasamos
de listos. Y así nos va.
Florentino Flórez |