Estraperlo y tranvía
Alfonso López
Ediciones B.
Barcelona, 2007.
48 páginas. 13,95 euros



 

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Arreando, que es gerundio

López lo ha vuelto a hacer. Hace meses se descolgaba con una aventura juvenil del Capitán Trueno. En ese sentido homenaje al héroe creado por Mora y Ambrós contaba con la colaboración de Pepe Gálvez en el guión. Lo cierto es que era un atrevimiento curioso que se saldaba con cierta fortuna. No era la gran aventura que se podría esperar tratándose del dinámico protagonista. Más bien parecía una historia de novela negra, con el capi intentando descubrir al asesino entre un montón de sospechosos de todos los pelajes.

Pero si López y su socio no alcanzaban la verdadera emoción, debe añadirse que tampoco cometían grandes errores. No incurrían en el peor pecado de todos: convertir a Trueno en lo que no es. Echamos en falta a algunos secundarios importantes, como Crispín o Sigrid, pero la obra transita siempre por el sendero del respeto.

Por supuesto, ajusta parte del contexto histórico a la visión de la época que tenemos en la actualidad, sorteando ciertos maniqueísmos que permanecían en la serie original. Pero como el Capitán Trueno ya fue en su momento una obra bastante avanzada y con una percepción muy moderna de la relación del héroe con otros pueblos, las modificaciones apenas chirrían. No sería lo mismo si alguien intentara una revisión del héroe nacional-catolicista por excelencia, El guerrero del antifaz, un peligroso fascista al que repelen moros, judíos y otras razas inferiores. Traerlo de vuelta resulta una empresa imposible, sin desnaturalizarlo, por supuesto.

López debió pasárselo bien dibujando a su héroe de la infancia, ya que ahora lo ha vuelto a hacer, con otros personajes: la familia Ulises. Como en el caso anterior, adapta el original a su estilo. No sé si se debe al estudio de Benejam, pero lo cierto es que hacía mucho que el dibujo de López no resultaba tan contundente. Añade algo más de cuidado a su trazo siempre rápido y fresco y nos convence con este sentido homenaje no sólo a los héroes del TBO, sino también a no pocos personajes de Bruguera, a quienes hace desfilar como secundarios: las hermanas Gilda, Carpanta, Doña Urraca, don Pío... Su elección no es gratuita. Encajan perfectamente en ese ambiente cincuentero en que sitúa la acción.

Como en el caso anterior, lo primero que tememos es que la voluntad de colocar a los personajes en un marco realista eche a perder el espíritu original de la serie. Pero López vuelve a acertar. No consigue construir un gran relato y se echa en falta una mayor participación de la familia. Prácticamente la acción se reparte entre Ulises y su suegra. Pero la aventura es entretenida y nos conquista desde su sencillez y la honestidad de sus planteamientos.

Situar unos personajes tan cotidianos y queridos como la familia Ulises en un entorno realista, de represión y estraperlo, no era tarea fácil ni exenta de peligros. López los sortea y nos brinda un relato amable con la ternura del original. No es tan divertido, pero tampoco lo pretende. Un intento más que respetable y que desde aquí aplaudo.

Florentino Flórez

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