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Tebeos y televisión La relación entre el mundo del tebeo y el de la televisión es antigua, variada y, en ocasiones, muy satisfactoria. Podemos pensar, por ejemplo, en los personajes que han visto cómo sus aventuras se trasladaban a la pequeña pantalla, convertidos en dibujos animados. Como en el caso de Superman, uno de los más afortunados, ya que cayó en las manos de los Fleischer en la etapa clásica y ya casi mítica, y de Bruce Timm en una de sus últimas apariciones. En este segundo caso, cabe recordar que Timm estableció un camino de ida y vuelta. No sólo tradujo héroes de comic al lenguaje animado, también se atrevió a dibujar y escribir historietas, demostrando siempre su enorme talento, como en el caso de la fenomenal Batman, amor loco. Esas adaptaciones de tebeos a dibujos animados son también comunes en Europa, con series sobre Lucky Luke o Tintín y, por supuesto, en Japón, donde la relación entre anime y Manga es fluida y constante. También ha habido traducciones a imagen real, aunque algunas de esas series es mejor olvidarlas, como la clásica Hulk con el inolvidable Lou Ferrigno, o la de Spiderman, o las más recientes de Superman. Por cierto, hay que recordar el homenaje que otra estrella catódica, Allen Coulter, que dirigió algunos episodios de Los Soprano, le hace al héroe de Kripton en Hollywoodland. Todos aprendimos a odiar a Ben Affleck en Daredevil, pero aquí se redime con creces. Una maravillosa y emocionante película que contiene algunas interesantes reflexiones sobre el éxito, el fracaso y todas esas cosas. Sin abandonar las series, podemos citar otra adaptación, Flash, que además contó entre sus guionistas con un conocido creador de comics, Howard Chaykin. Ni fue ésta la única serie en la que participó ni es él el único que ha saltado de un medio a otro. Recordemos al hombre que mató a la novia de Spiderman, Gerry Conway, que participó después en la escritura de innumerables shows televisivos, entre los que se incluyen Se ha escrito un crimen, con la asesina en serie Jessica Fletcher. O Roy Thomas, que dejó Conan para escribir otros relatos bárbaros, como los protagonizados por Hércules o Xena. Más difícil resulta citar a los que realizaron el camino a la inversa, pero podemos recordar a Straczynski, que después de Babilon Five se instaló en la Marvel, o el más reciente caso de Joss Whedon que, tras Buffy la cazavampiros, probó suerte con los X-Men. También, en más de un caso, series populares en la tele han sido trasladadas al comic, en ocasiones con tanta calidad como la desplegada por Toth con El Zorro, o algunas adaptaciones de la Dell, como la inolvidable Perdidos en el espacio, Viaje al fondo del mar o Furia. La costumbre permanece, con series como Star Trek o Expediente X. En España se ha insistido en la evidente influencia que los tebeos de Ibáñez ejercen sobre series como Aquí no hay quien viva, que se deriva casi directamente de 13 Rue del Percebe, o esa de los chapuzas, que se inspira claramente en Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio. Uno de los últimos en dar el salto entre medios había sido el compinche de Tim Sale, Jeph Loeb, guionista de comics al que descubrimos como productor en Perdidos. Ahora vuelve a desempeñar el mismo rol en Héroes, una serie en la que la relación entre los tebeos y la televisión se renueva y estrecha. También participa Sale, pintando los cuadros que se supone crea uno de los protagonistas, un bohemio capaz de predecir el futuro. Y es que el argumento va precisamente de eso: gente con poderes. Está la chica invulnerable, el tipo que puede volar, el simpático japonés, capaz de manipular el tiempo y el espacio a su antojo, etc. Como ya sabrán, en los últimos años
la calidad de algunas series las sitúa a la altura de las mejores
películas, como Band of Brothers, El ala Oeste o Los
Soprano. Aunque no todas alcanzan los niveles de calidad de las citadas,
muchas están perfectamente pensadas y realizadas y resulta complicado
escapar a su embrujo. Si 24 les pareció adictiva y Perdidos
un gran entretenimiento, considero que no debería perderse las
aventuras de estos héroes. Son emocionantes, divertidas y, en general,
no nos permiten apartar la vista de la pequeña pantalla. Por supuesto,
los fans de los superhéroes enloquecerán con esta serie.
Con razón, además.
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