Invencible
Kirkman y Ottley Aleta Ediciones. Valencia, 2007. 140 páginas, 15 euros © 2003 El Wendigo. Todos los derechos reservados El © de las viñetas pertenece a sus respectivos autores y/o editoriales. |
El
invencible Kirkman De sus colaboraciones con Marvel ya se han
publicado su volumen Marvel Team-Up y parte de sus episodios
para los X-Men. Para recordar ese apunte que deja caer en el
Team-Up, esa impagable secuencia con una profesora tirándole los
tejos al alter ego de Spiderman, el soso Peter Parker. Si el
deseo siempre es mimético, resulta obvio que alguna mujer acabe
preguntándose qué tiene Parker para estar casado con una
supermodelo y busque respuestas. Más interesante resulta su vida anterior a la Marvel, ofrecida casi en exclusiva por Aleta. Para olvidar, Reaper. El resto tiene algo. Puede ser simplemente entretenido, como Tech Jacket o Superpatriot, o divertido y cáustico, como Brit, pero nunca decepciona del todo. Además, de alguna manera Kirkman consigue siempre que sus dibujantes parezcan mejores de lo que son. No sé si es que elige muy bien, tiene mucha suerte o vigila la narrativa muy de cerca, pero sus colaboradores resultan efectivos y ponen normalmente el énfasis en algo muy importante en un tebeo, como es la expresión de los personajes. A todos les une cierta tendencia a la caricatura, dentro de unas pautas realistas, y eso también ayuda a favorecer las actuaciones. Dejo para el final su serie más elaborada y para la que ya se habla de una adaptación cinematográfica, con el propio Kirkman al guión: Invencible. Resume cual es la aportación de este creador a los tebeos de superhéroes. Una mirada muy juvenil, donde se mezclan con aparente naturalidad la fascinación por el género y una distancia irónica, que le permite subvertir algunas de las reglas, sin resultar pedante. Como en ocasiones pasa con no pocos guionistas ingleses. En su afán de deconstruir relatos anteriores pierden la magia que atrapó a miles de lectores. Kirkman no y por eso es capaz de equilibrar el encanto del pasado y el aire del presente. A esa actualización contribuyen en
gran medida sus personajes. Desde el padre heroico que luego resulta un
asesino interplanetario, hasta la madre que se vuelve alcohólica
en un proceso perfectamente descrito, pasando por los amigos que piden
se les pasee volando al descubrir que su colega es un superhéroe.
Un auténtico desfile de secundarios cuyo papel en el relato aumenta
o disminuye con pasmosa facilidad. De tal manera que el lector tiene siempre
la agradable sensación de que cualquier cosa puede ocurrir. Florentino Flórez
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