148. New York City
(Toutain) de Will Eisner. No es necesario dar justificación.
149. Nexus (Ediciones B) de Mike Baron y Steve Rude.
Por dar una visión diferente de un superhéroe (El Wendigo
nº 47).
150. Octavo día, El (Norma) de Daniel Torres.
No se prodiga mucho, pero cuando hace algo mantiene el listón
muy alto (El Wendigo nº 57).
151. Pacto entre caballeros (Planeta DeAgostini) de
Jones, Weeks y Rubinstein. Un Spiderman renovado, servido por el prodigioso
dibujo de Weeks.
152. Paracuellos (Amaika-Glenat) de Carlos Giménez.
Por mostrarnos una España que conocimos y sufrimos, en una época
en que muchos lo tenían olvídada. Por ser testigo de nuestra
historia y porque es muy buena (El Wendigo nº 8).
153. Pasajeros del viento, Los (Norma) de Bourgeon.
Por descubrirnos una parte de nuestro pasado a través del cómic
(El Wendigo nº 41).
154. Patrulla X (Fórum) de Chris Claremont y múltiples
dibujantes. J. Byrne, A. Adams, Paul Smith, Romita jr., Barry Smith
y algunos más contribuyeron a hacernos pasar buenos momentos
(El Wendigo nº 56).
155. Pequeña Lulú, La (Novaro)de Marge
Henderson. Aquí conocimos la versión de John Stanley.
El mejor cómic de niños para adultos que conservan algo
de su infancia (El Wendigo nº 31-32).
156. Poco de humo azul, Un (Glénat) de Lapière
y Pellejero. Una triste historia de amor, bellamente realizada por un
exquisito dibujante.
157. Polly and her pals de Cliff Sterrett. Una de las
obras más locas, surrealistas e impresionistas de toda la historia
del cómic y otras artes.
158. Popeye (Buru-Lan) de Segar. Si hay un humor loco
y absurdo, esta es una de las mejores muestras (El Wendigo nº 18).
159. Predicador (Zinco, Norma) de Steve Dillon y Garth
Ennis. Lo más atrevido que hemos visto en la última década
(El Wendigo nº 73-80-81).
160. Predicador: Camino al sur (Norma) de Ennis y Dillon.
Uno de los momentos álgidos de una serie sobresaliente (El Wendigo
nº 81).
161. Presa
(Leyendas de Batman-Zinco) de Gulacy y Moench. Cuando están inspirados,
hay que quitarse el sombrero (El Wendigo nº 88).
162. Primer Amor (Toutain) de Carlos Giménez.
Por ser de este autor y porque es una bella y triste historia (El Wendigo
nº 31/32-88).
163. Príncipe Valiente, El (Varios y Ediciones
B) de Harold Foster. Porque decir Foster es decir no hay más
grande y por sus bellas y síempre entretenidas historias del
alto medievo (El Wendigo nº 39-88).
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