Rebelión en la granja
Willingham- Buckingham
Norma Editoial. Barcelona, 2004.
Viñetas
Panini nos presenta una nueva entrega del excesivo Starlin.
El americano vuelve a su villano favorito, Thanos, el tipo
enamorado de la muerte que siempre está a un paso de destruir
el universo y la realidad tal como la conocemos. Jim es un maestro que
ha firmado obras imprescindibles en el pasado, como La muerte del
capitán Marvel o sus series Dreadstar y Breed.
Últimamente parecía dar vueltas sobre viejos temas y,
aunque se mantiene en mejor forma que otros compañeros de generación,
no nos emocionaba especialmente. Aquí parece que se ha espabilado
y construye uno de sus peculiares relatos desmesurados, donde las reflexiones
sobre la esencia del bien y del mal se alternan con golpizas y batacazos,
asesinos cósmicos y el peculiar humor que le caracteriza. Todo
muy raro, pero los seguidores de Starlin ya saben de
qué estoy hablando.
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Historias para no dormir
Hace unas semanas comentaba casi de pasada la colaboración de
Bryan Talbot en la serie Fábulas. Serie
que incluía en el grupo de decepcionantes secuelas de Sandman.
Un buen amigo me ha sacado de mi error al señalarme que esta colección
ya contaba con un episodio anterior absolutamente remarcable. Tanto que
me he animado a escribir este artículo, pues sería imperdonable
que se lo perdieran como casi me pasó a mi. Lo siento, no puedo
leer todo lo que sale.
La historia en cuestión es Rebelión en la granja,
un evidente homenaje a Orwell que cuenta con unos cuantos
aspectos dignos de mención. Como saben, Fábulas se
basa en una libre reinterpretación de los cuentos clásicos.
Sus personajes se supone que han escapado del mundo de los sueños
donde habitaban y conviven con los humanos. Eso nos permite saber cómo
fue la convivencia entre la Bella Durmiente y el Príncipe Azul,
qué tal le va al Lobo Feroz o, como en este caso, qué pasa
con los tres cerditos o con ricitos de oro y la familia oso.
El guionista imagina a los animales que habitan nuestros cuentos recluidos
en una granja, ya que no pueden pasar por humanos como otros compañeros.
Eso hace que se sientan marginados y provoca una revuelta. La historia
se inicia cuando Blancanieves va a visitarlos y se topa con los cerdos
dirigiendo un mitin político. A partir de ahí el relato
es tan fascinante como terrorífico. Los cerdos reclaman sus derechos
ya que no se les permite la cohabitación con los hombres, y se
ven espoleados en sus reivindicaciones por una Ricitos de oro que se acuesta
con el hermano oso, por estrictos motivos políticos, según
argumenta ella.
Durante la revuelta el guión se permite muchos guiños, con
la aparición de estrellas como el tigre Shere Khan o los tres ratones
ciegos. Su tono, entre la farsa y el drama, consigue mantener nuestro
interés sin desmayo. Pero Willingham tampoco desfallece
a la hora de mostrarnos la trastienda de la revolución, con sus
juicios sumarísimos, sus asesinatos necesarios y toda la palabrería
que acompaña las grandes causas. Como el zorro le suelta a ricitos:
¿por qué los fanáticos de la política insistís
en vivir en un mundo enteramente simbólico? Pronto los símbolos
se ven adornados por la sangre que, según parece, debe acompañar
a toda revolución.
Resumiendo, un Shreck con muy mala baba, un tebeo fascinante
que no deberían perderse.
Florentino Flórez
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