Viñetas
El pasado martes se inauguraba en la sala del Ayuntamiento de Palma,
Ses Voltes, la muestra dedicada al ilustrador, diseñador gráfico
e historietista ocasional Isidro Ferrer. Una oportunidad
única para disfrutar con el talento de un creador singular, poético
y siempre original en sus propuestas. Isidro consigue que objetos a
los que no prestamos atención aparezcan como nuevos gracias a
la magia de su mirada y a su talento como constructor y dibujante.
La expo se acompaña de un catálogo que, al igual que los
anteriores dedicados a Georges Bess y Rubén
Pellejero, puede adquirise llamando al teléfono:
971721481
Precios muy módicos.
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Elogio de Bruselas
El pasado verano viajé a Bruselas acompañado
de un conjunto de imágenes difusas: el Atomium, el Menneken-pis,
las sedes del gobierno europeo... Pero la ciudad me deparó sorpresas
mucho más agradables de lo que podía esperar. Primero, unas
calles cargadas de bombonerías, cervecerías y tiendas de
alimentación que transmitían una inmediata sensación
de bienestar. Sumen a eso las boutiques dedicadas a las antigüedades,
con una marcada preferencia por los años cincuenta y sesenta y
gran abundancia de tiendas de discos de segunda mano. Envuélvanlo
en una profusa representación de edificios modernistas, sin olvidar
que el funcionalismo se ha cobrado su precio y ya no podemos disfrutar
de todas las obras maestras de Víctor Horta y
compañía. Con todo, su legado todavía dignifica unas
calles que da gusto patear. Añadan unas buenas dosis de animada
vida nocturna y el carácter naturalmente afable de sus habitantes
y ya tendrían razones suficientes como para pasarse allí
una buena temporada.
Pero es que para los aficionados a los tebeos la ciudad depara algunas
maravillosas sorpresas más. Basta observar cómo muchas de
sus medianeras han sido decoradas con personajes de comics. Bruselas bien
puede presumir de ser la capital europea del tebeo. Enormes librerías
pueblan sus aceras, cargadas de volúmenes donde no sólo
encontramos novedades sino las obras completas de todos los afamados autores
belgas, además de posters, camisetas, ediciones especiales y todo
lo que consigan imaginar. Y es que el rótulo de lo franco-belga
parece difuminar lo que separa la producción de este país
de la de sus vecinos del sur. Y que atribuyamos a los franceses más
méritos de los que se merecen, que ciertamente no son pocos. Pero
resulta que los belgas pueden citar entre sus creaciones a Tintín,
los pitufos, Spirou, Ric Hochet, Chick Bill y otros
tantos personajes populares. Su legado es de una importancia capital,
por calidad y cantidad, y no conviene menospreciarlo.
Ellos desde luego no lo hacen y han dedicado al medio un lugar adecuado,
el Centro Nacional de la B.D., al que se suma el Museo Jijé y la
Fundación Hergé, que contará también pronto
con un espacio expositivo propio. Por ahora, me quedo con el de Jijé,
donde puede contemplarse una amplia representación de originales
del maestro, sin duda una de los grandes de la historieta mundial.
Si está pensando en viajar a Bruselas y es aficionado a los tebeos,
no lo dude: volverá con las maletas llenas, ya que no resulta sencillo
resistirse a tan variada oferta.
Y además el Atomium tiene mucha gracia.
Florentino Flórez
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