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Treinta años y un día
Cuando ustedes lean esto yo estaré por las
calles de Gijón, charlando con algunos de los mejores dibujantes
del mundo. El Salón Internacional del Cómic del Principado
de Asturias llega a su trigésima edición y, como es habitual,
los invitados son de primerísima fila. Lo mismo puede decirse de
la exposición que acompaña al certamen, este año
dedicada a uno de sus visitantes, Frank Cho. Este coreano-americano
es una de las estrellas en alza en los USA, donde sobre todo se aplaude
su serie Liberty Meadows. Además, ha colaborado con las grandes
compañías y este año publicaba por aquí Shanna.
Su revisión de la Tarzana de Marvel ha resultado sorprendentemente
entretenida, una enorme aventura servida con un brillante dibujo. Sus
ilustraciones homenaje a Tarzán, KingKong y otros mitos pulp son
bien conocidas y seguro que disfrutaremos con sus originales.
Otros invitados son viejos conocidos en Gijón, como Gilbert
Shelton, el creador de los Freak Brothers y uno de los
padres del Underground. Junto a él estará Frank
Stack, otro pionero menos nombrado, que en los sesenta sorprendió
a propios y extraños con sus aventuras de Jesús volviendo
a la tierra en los lugares y momentos más inadecuados. Stack es
un reconocido pintor de larga trayectoria, cuyo trabajo en los comics
permanece inédito en España y que ha firmado un grueso y
apabullante volumen donde se nos cuenta el año de cáncer
de Harvey Pekar. Les acompaña uno de los sucesores
de esa primera generación undergound, Peter Bagge,
muy popular gracias a su serie Odio. Cierra el capítulo
de invitados extranjeros Vince Locke, el dibujante de
Una Historia Violenta, novela gráfica que tuvo una afortunada
adaptación cinematográfica.
Además de los autores locales el Salón cuenta con una nutrida
presencia mallorquina. Por un lado el inevitable Pau,
que nos presentará su colaboración para la revista Top
Tuning y que este año aparece como nominado en los internacionales
Premios Haxtur. Como él mismo declaraba, la nominación ya
es suficiente en unos galardones que, año tras año, intentan
señalar lo mejor entre todo el material publicado en España.
Respecto a nuestra capacidad crítica, les sugiero que comparen
nuestros listados de años anteriores con los de otros certámenes.
No hace falta añadir nadas más.
Pero a Pau hay que sumarle el ibicenco Joan Escandell,
famoso en los setenta por dibujar muchísimas de aquellas Joyas
Literarias Juveniles, que luego se reeditaron una y otra vez. Escandell
se puso después a trabajar para agencias y era poco lo que sabíamos
de él por aquí. Es este un buen momento para rendirle un
merecido homenaje. Y otro colaborador de este periódico, Guillermo
March, un autor de carrera incipiente, pero de cuyos valores
no dudamos y por eso tendremos el placer de contar con su presencia en
Gijón, donde esperamos nos desvele sus proyectos más inmediatos.
No piensen que a los autores mallorquines se les valora fuera y aquí
se les ignora. El próximo martes 17 se inaugura en Palma una muestra
itinerante que pretende recoger la producción de todos los dibujantes
de las Baleares, que no han sido pocos, de Benejam a Bartolo Torres. Recorrerá
todas las islas y supone una buena oportunidad para reconocer la labor
de tantos profesionales que, de manera discreta y silenciosa, llenaron
de felicidad muchas de nuestras horas. Arranca en el Espai Ramón
Llull de Palma a las 20 horas. Allí nos vemos.
Florentino Flórez
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